A pesar de las calamidades que llovían sobre España, todavía pudieron realizarse en el año de 1700 algunas fundaciones de religiosos en las Villas de Gaucin, Montoro y Sanlúcar la Mayor, a veinticinco kilómetros de Sevilla, en la carretera que desde esta Ciudad sale para Huelva, se fundó en el 1700 un Convento de Carmelitas Descalzos, al poniente del pueblo y dedicado a Santa Teresa.
A alguna distancia del él había otro muy observante, de Descalzas desde el año 1590. Levántese aquel en la plaza del Carmen y todavía tiene algún culto la Iglesia. La fachada de esta es pobre, encalada sin ninguna particularidad digna de mención. De una sola nave, estrecha y larga y de techo plano, tiene una bella imagen de la Virgen del Carmen. A su lado se veneran las de Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
Hácese en ella con mucha solemnidad la novena del Carmen y el día de la fiesta, se lleva en procesión por las principales calles de la Ciudad. No hay otra novena en Sanlúcar más concurrida, ni más devota. Durante el año los devotos, encargan algunas misas en este templo carmelitano. El convento cae al lado del evangelio y es bastante grande.
Al dejarlo los religiosos por las leyes de exclaustración el año 1836 se convirtió por algún tiempo en Juzgado municipal.
Nos sigue narrando el Padre Silverio de Santa Teresa, en el libro XII capitulo XXX, al entrar las tropas francesas en Sevilla, primeros días de febrero de 10 al18, huyeron las tropas españolas por Sanlúcar la Mayor hacia Ayamonte.
Un batallón de soldados suizos entro en nuestro Convento y se apoderó de todos los víveres que tenía, sin hacer caso alguno de las protestas de los religiosos. Hasta se apoderaron del Copón que contenía las Sagradas Formas, dejando estas sobre el altar, para cuando llegaron las tropas francesas el Convento había quedado desmantelado por completo. Disuelta la comunidad el edificio quedo convertido en Zurital, como dice la relación. Posteriormente fue restaurado con la instauración del Rey legítimo.
En el año de 1836, y debido a las leyes de exclaustración la Orden se vio obligada a abandonar el convento, que paso al poder civil, menos la capilla y el claustro, que por ser lugares destinados al culto, con arreglo al artículo sexto al convenio adicional al concordato, fueron exceptuados de la cesión , pasando a poder de la Iglesia.
No cabe duda, que Sanlúcar, es realmente carmelitana, tanto los religiosos como las religiosas, extendieron y propagaron la devoción a la Virgen del Carmen, quedando está profundamente arraigada en la piedad de los hijos de esta Ciudad.
Es de suponer, que desde el principio, los padres fundaran asociaciones de la Virgen de Carmen, pero hasta el año de 1920 no aparecen los primeros datos de la Hermandad. En el primitivo libro de actas y en el folio 221 del mismo consta, la sección general de hermanos celebrada con fecha de 29 de Agosto de 1920, en la que literalmente dice:
Acta de constitución de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen y nombramiento de la Junta Directiva.
En la Ciudad de Sanlúcar la Mayor a veintinueve de Agosto de mil novecientos veinte; reunidos en la Capilla de Nuestra Señora del Carmen de esta, la mayoría de los cofrades de la misma al objeto de llevar a efecto su reconstitución de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen. Si bien existente hace algunos años era preciso llevar a efecto su reorganización pues se encontraba en un periodo de bastante decadente.
Actualmente la Hermandad es regida por Don José Castilla Pérez, Hermano Mayor y se encuentra en un periodo de máximo esplendor, la Hermandad posee su propio taller de Bordados en oro que genera cada año nuevo ajuar para la Virgen, sus fiestas son importantes en el Aljarafe Sevillano y mantiene una devota novena que inspira un gran fervor a la imagen de la Virgen Carmen que Es una de las Imágenes Marianas Sanluqueñas, que profesa más devoción popular. Es digno de destacar como su barrio se vuelca y engalana las calles cada mes de Julio para la llegada de la solemne procesión por las calles del Pueblo. La Virgen es de candelero de vestir, Anónima del Siglo XVIII restaurada por el imaginero Don Luis Álvarez Duarte en los años 70, su vestidor actualmente es el popular vestidor y bordador Sevillano, D. José Antonio Grande de León y que viene a engrandecer aún más si cabe, la belleza y dulzura de esta imagen. También cuenta con un Rosario de la Aurora cada mes de Noviembre por todos sus hermanos difuntos acto de gran Piedad Popular.